En 2025, el sector de la construcción sigue condicionado por la evolución del precio de los materiales básicos. El acero, el hormigón, el cemento y muchos productos complementarios continúan mostrando una tendencia al alza que impacta directamente en los presupuestos de obra y en la planificación de proyectos. Para promotores, arquitectos, empresas constructoras y clientes finales, entender este contexto es clave para evitar sobrecostes y tomar decisiones más informadas.

Por qué suben los precios en 2025

El incremento de los costes energéticos, junto con la volatilidad en el transporte y la fabricación, ha mantenido la presión sobre las materias primas. A ello se suman tensiones geopolíticas e inflación industrial que afectan a todo el ciclo constructivo. Como resultado, materiales como el acero corrugado, el acero estructural, el cemento o el hormigón han experimentado nuevas subidas respecto al año anterior.

El acero, uno de los materiales más afectados

Los mercados europeos e internacionales presentan fluctuaciones constantes. El precio del acero corrugado —fundamental para estructuras, cimentaciones y ferralla— ha registrado incrementos interanuales relevantes. Este encarecimiento repercute directamente en pilares, forjados, vigas, estructuras metálicas y cualquier elemento que dependa de acero laminado o procesado

Subida del hormigón y materiales de base

El hormigón y el cemento también han aumentado sus costes debido al precio de la energía y a la producción. En obra nueva y rehabilitación integral, donde estas partidas representan un porcentaje elevado del presupuesto, cualquier variación afecta al coste final del proyecto y a los plazos previstos.

Otros materiales que también se encarecen

Aislantes, yesos, madera estructural, aluminio para carpintería y otros productos técnicos muestran igualmente subidas generalizadas. Esto no sólo afecta a la estructura, sino también a carpinterías, cerramientos, tabiquería y a fases posteriores como instalaciones y acabados.

Impacto real en los presupuestos y en la ejecución

La evolución del mercado provoca presupuestos menos estables, necesidad de actualizaciones frecuentes y dificultades para mantener precios cerrados a largo plazo. Las constructoras deben ajustar calidades, optimizar el consumo y renegociar plazos. Los promotores, por su parte, se encuentran con decisiones más complejas a la hora de cerrar financiación, márgenes o fechas de entrega.

¿Qué recomendamos desde Altamira Constructora?

En este escenario, la anticipación y la planificación son fundamentales. Desde Altamira Constructora aconsejamos:
– Planificar los aprovisionamientos con antelación para asegurar precios y disponibilidad.
– Solicitar presupuestos actualizados en intervalos más cortos.
– Revisar y optimizar los diseños estructurales para minimizar desperdicios.
– Trabajar con proveedores estables y de confianza, capaces de garantizar suministro continuo.
– Incorporar márgenes de seguridad en fases clave del proyecto.
– Mejorar la comunicación con el cliente final para explicar posibles ajustes derivados del mercado.

Mirando hacia adelante

2025 está siendo un año marcado por la inestabilidad del coste de los materiales, especialmente del acero y el hormigón. En Altamira Constructora trabajamos para minimizar el impacto de estas fluctuaciones en cada proyecto, garantizando una gestión eficiente, previsión, control y una ejecución de obra que mantiene los estándares de calidad que nos caracterizan. Anticiparse y trabajar con información actualizada es la clave para afrontar este escenario con éxito.