La vivienda industrializada coge ritmo en España. Cada vez son más las nuevas promociones que han recurrido a este sistema como alternativa al ladrillo.
Y es que, a los problemas tradicionales del sector de la construcción, como la falta de mano de obra, se ha sumado este último año el fuerte encarecimiento de las materias primas que en algunos casos se ha traducido en falta de suministro obligando a parar obras ya en marcha.
Por eso, aunque las construcciones industrializadas sean todavía la forma minoritaria de lo que se construye en este país, este sistema va en aumento y ha llegado para quedarse debido a sus innegables ventajas.
Pero empecemos por el principio…
¿Qué es la construcción industrializada?
La construcción industrializada es un tipo de construcción donde se fabrican las piezas de la casa o el edificio en una nave.
En vez de hacerlo en una parcela, ladrillo a ladrillo, se hace con piezas elaboradas en naves que luego se ensamblan.
Y este sistema tiene una serie de ventajas que te explicamos a continuación.
Ventajas de la construcción industrializada
La construcción industrializada ofrece ciertas ventajas con respecto a los sistemas tradicionales.
Que son:
Diseño
A diferencia de las construcciones convencionales, el sistema de construcción industrializada ofrece mayor flexibilidad en el diseño, ya que, en vez de ajustarse a las opciones limitadas de un catálogo (y asumir importantes sobrecostes para adaptarla a sus gustos) quien compra una vivienda industrializada puede decidir el diseño, que luego divide en piezas.
Sostenibilidad
La sostenibilidad es otra de las ventajas de la construcción industrializada. El empleo de este sistema supone una reducción de los residuos generados, lo que significa que tiene un menor impacto sobre el medio ambiente.
Controlar la gestión de residuos en una fábrica se puede realizar de manera más eficiente que en una obra tradicional. Así como un mejor uso de sus recursos materiales.
Costes y plazos
La construcción industrializada de viviendas supone una mejora en la reducción de los costes y de los plazos de fabricación.
Según ACR, gracias a la industrialización, una obra tradicional de 20 a 21 meses, puede reducirse a 15 o 16 meses en una obra industrializada. Lo que conlleva a un ahorro relevante en el proceso de fabricación.
En conclusión
Hablar de construcción industrializada es hablar de innovación, esa que propicia la evolución de los sistemas constructivos.
Este sistema de construcción reduce los tiempos de ejecución, minimiza las probabilidades de errores y es mucho más eficiente y sostenible que el sistema tradicional.
La construcción industrializada es la apuesta para las viviendas del futuro.
En Altamira Constructora nos adaptamos a los nuevos tiempos e innovamos en nuevos sistemas para ser más eficientes y sostenibles.
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